El Comandante Fort
El Comandante Fort




Tras la muerte de su padre, que le trajo una herencia construida durante décadas a partir de la fábrica de chocolate familiar, Ricardo decide perseguir sus sueños de fama. Casi de la noche a la mañana, la personalidad del mundo del espectáculo en la que aspiraba llegar a ser alcanzó su punto máximo.
Antes de la fama, Ricardo quería ser cantante, y para ello se instaló en Miami, ciudad donde puede vivir libremente y sin necesidad de ocultar su sexualidad; sus amigos revisan su vida y presentan partes de su historia por primera vez.
Marta y Felipe, los hijos de Ricardo, buscan la manera de comunicarse con él. Eduardo, su hermano, se sincera sobre los detalles de su infancia, la tenue relación con su padre y lo que ha mantenido el negocio familiar en funcionamiento a lo largo de los años.
Tras la muerte de Ricardo, sus pertenencias se reúnen para una exposición en su honor; Gustavo, su ex pareja y su familia reflexionan sobre su partida definitiva que finalmente resultó ser el comienzo de un legado que continúa hasta el día de hoy.