Tras alcanzar la fama a los 16 años con Take That, Robbie enfrenta problemas de adicción mientras graba el álbum solista que lo transformará en una superestrella.
La fama y el éxito causan estragos en la vida personal de Robbie. Mientras los paparazis lo siguen de cerca, su salud mental y sus relaciones se ven afectadas.
En la cima de su carrera, Robbie emprende una gira colosal por Europa. Pero cuando regresa a su país, la prensa sensacionalista sigue complicándole la vida.
Tras tocar fondo, Robbie encuentra la salvación en el lugar más inesperado. Una reunión emotiva con sus viejos amigos le devuelve la pasión por el escenario.